Solo hace seis meses que te conozco y te has convertido en el motor que me da fuerzas para levantarme por las mañanas sin tener que soplar y pensar en darme media vuelta , ponerme la almohada en la cabeza y dejar pasar la vida hasta las diez.

Desde que te conozco no duermo bien por las noches y a pesar de ello no me importa dejarme las ojeras largas para ir a trabajar con la mochila llena de mucho sueño porque los sueños hace tiempo que se me gastaron.

Me gusta amanecer por las mañanas a tu lado con tu manita cogida a mi dedo pese que eso signifique que la oscuridad te da miedo, no te preocupes, a los mayores también nos pasa eso muy a menudo y quien te diga lo contrario miente.

Me encanta verte abrir los ojos con una sonrisa que parece dibujada porque nunca te la quitas de tu blanca piel, y por favor , que nunca se te borre porque con ella llegaras donde tu quieras llegar. Me paso las horas viendo como duermes pese a que luchas contra el sueño porque no quieres perderte nada de lo que sucede a tu alrededor, a medida que te hagas mayor verás que lo mejor es pasar inadvertida por la vida, como si pasearas de puntillas sobre ella.

Me gusta como hueles y me pasaría los días enteros con la cara puesta en tu cuello y sintiendo tu calor. No sabia que una cosa tan pequeña de tamaño significara algo tan grande en mi vida. Me da la sensación que siempre has formado parte de vida y que siempre has estado durmiendo en la misma puerta donde reza ahora tu nombre.

Gracias Aroha, gracias por elegirme a ser tu padre, gracias por llegar la primera, gracias por respirar , gracias por existir y gracias a ti, el gran amor de mi vida por darme algo que nunca pensé que me haría tan feliz.